UN GOBERNADOR PLENO, POR CARLOS SIMÓN DE RADIO DOS

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GustavoplenoLas primeras semanas de Gustavo Valdés al frente del Gobierno lo han mostrado en plenitud. Sus tareas diarias le llevan 15 horas y en ellas mezcla presencias en Buenos Aires, audiencias protocolares, encuentros con la oposición y visitas el interior, siempre con una sonrisa mostrando un estilo diferente.
Despliega su paso con dinamismo pero no da señales de estar apurado ni de imponer su pensamiento sin previo diálogo.
Recibe a Intendentes y a dirigentes de partidos políticos que le piden audiencia sin hacerlos esperar.
No da beneficios por pertenencia partidaria y, por ahora, no usa la chequera para disciplinar voluntades.
No pierde tiempo en internismo: se muestra con Ricardo Colombi y funcionan en tándem.
Gabinete
Si bien aún no impuso su sello en todas las áreas, heredó un gabinete cansado.
Muchos de sus ministros saben que están en el medio de un proceso de transición y que forman parte de un gabinete que muy pronto comenzará a experimentar cambios.
No le molesta que muchos funcionarios tengan trato directo con Colombi aunque les reclama que las informaciones pasen primero por él.
Gustavo Valdés maneja los tiempos de su gestión y sabe que en la confirmación definitiva de su gabinete se sabrá hasta donde podrá llegar.
Allí se verán definitivamente sus intenciones si.
Allí mostrará a fondo hasta dónde quiere llegar.
Hay algunos nombres que forman parte de su confianza y que serán ministros en un tiempo no muy lejano.
Es consciente que necesita conformar un gabinete moderno acorde a los tiempos que se viven y que hoy no lo tiene.
Sorpresa para muchos
Gustavo Valdés sabe que muchos dirigentes políticos, empresarios, y periodistas lo subestiman. Allí está su fortaleza. Quienes no esperan mucho de él y que piensan que no se animará a producir cambios, se verán sorprendidos y quedarán en el camino.
En estos días comenzó a esgrimir una de sus habilidades: su visión de los datos económicos del país. Allí estará centrado su principal desafío producir un verdadero cambio en las políticas económicas de la Provincia, necesarias para comenzar el camino del desarrollo pendiente y de luchar en serio contra el principal flagelo: la pobreza.
Un balance positivo
El balance se cierra de manera positiva. Pero el rumbo que finalmente tendrá su gobierno dependerá de los tiempos y cómo maneje las crisis y las situaciones de coyuntura que se le avecinan.
Enfrente también tendrá un peronismo -que aún perdedor y dividido- buscará potenciar las debilidades que presente a los efectos de pretender crear climas hostiles y de riesgo institucional.
Por ahora: diálogo, previsibilidad salarial, tándem sin fisuras con Ricardo Colombi, respeto de parte de sus ministros, aprobación de leyes con el apoyo opositor, relación madura con Tassano más allá de “errores no forzados” de la gestión comunal en sus primeros días, forman parte de los aciertos de Gustavo Valdés en estas semanas.
Un gabinete más homogéneo, más audacia en lo económico, más fuerza en la búsqueda del desarrollo provincial y de mecanismos claros y efectivos en la lucha contra la pobreza, serán los próximos desafíos.
Las expectativas están abiertas y en crecimiento. Ya no hay excusas.
Carlos Simón

Fuente Radio Dos