¿Podemos cambiar como padres en el campo del manejo de nuestras emociones?

flavioserraEste es un Artículo escrito por el Dr. Flavio Serra par ael  Diario Época donde nos invita a los padres a reflexionar y evaluar las actitudes que asumimos en el manejo de nuestras emociones y conductas  en relació a nuestros hijos. 

La inteligencia emocional nos sirve para percibir, asimilar, comprender y regular nuestras emociones y las de los demás, las personas con inteligencia en el campo emocional tienen más probabilidades de alcanzar un excelente rendimiento a nivel laboral, incluso, se ha demostrado que la mayoría de los profesionales exitosos cuentan con esta característica. Este manejo de nuestras emociones en relación a las conductas y emociones de nuestros hijos se pueden modificar con trabajo y entrenamiento.
Debemos como padres no sólo observar a nuestro hijo sino mirarnos dentro nuestro, con una mirada crítica, sí, pero no destructiva. Sólo para evaluar cual puede ser el próximo paso para mejorar como padre y ayudar a progresar a nuestro hijo.
Pongamos esto en un ejemplo práctico: mi hijo no sabe tomar agua, no le gusta. Entonces papis no tengan gaseosas en la casa. Eso evita las peleas por que tomar, al tener menos opciones. Justo en este momento mamá se preocupa por cómo hará ya que papá tiene que tomar gaseosa a diario.
Esto no parece un ejemplo que tenga que ver con las emociones y dicha inteligencia emocional. Pero al igual que con la bebidas ocurre con las emociones. Si no les damos el ejemplo. Y lo mantenemos todos los días nuestros hijos no aprenderán o mal aprenderán. A entrenar y a enseñar a través nuestro. ¡¡A ser ejemplos!!
La enseñanza de la memoria emocional a los hijos se basa en pilares fundamentales. La columna fundamental es el reconocer sus emociones, y la siguiente es reconocer las emociones de los demás, poder poner en práctica el dominar esas emociones y practicar la empatía.
Esta práctica tiene un lugar para iniciar el entrenamiento, es el hogar, la familia, para luego salir a pulirlas en lugares sociales, por ellos es tan importante que los progenitores, tengan la virtud de utilizar la razón un instante antes de expresar al cien por ciento su emoción. Pongamos un ejemplo concreto: si el pequeño niño ve un insecto minúsculo e inofensivo, puede ser una mosca, y su reacción es llorar y correr, nuestra reacción instintiva será de abrazarlo fuerte en señal de protección, pero nuestro hijo entenderá que debe temer a este minúsculo ser y aprenderá a tener miedo a este insecto y a otros. Una respuesta más moderada de nuestra parte le enseñará a controlar su reacción de huir y temer sin dejar de protegerse. Pero si tener terror al pequeño insecto.
Este ejemplo sirve para mostrar que pequeños controles a nuestras respuestas emocionales mejoran y dan seguridad a nuestros hijos a través de su memoria emocional.
Quizá sea más sencillo decirlo que hacerlo… pero no hay que dejar de ponerlo en práctica. ¡¡Nunca es tarde!!

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