La titular regional de la Dirección Nacional de Vialidad, Ingrid Jetter, dialogó con Sudamericana para confirmar que en la jornada de hoy, comenzaron a instalar estructuras provisorias para habilitar el cruce sobre el Arroyo Ibirucuá, cuyo puente colapsó este viernes debido al caudal de agua que pasa por el lugar. Relató que el organismo ya trasladó un puente Bailey y los trabajos de instalación demorarían de dos a tres días, tras lo cual se habilitará para todo tipo de tránsito, pero con una sola mano.
La gerente regional de Vialidad Nacional, licenciada Ingrid Jetter, dialogó con Sudamericana sobre la situación del puente sobre el Arroyo Ibirucuá, ubicado a 26 kilómetros de Itatí, que el jueves por la noche, la empresa concesionaria vial “Caminos del Paraná” le comunicó que estaban protegiendo por la erosión en la base. Teniendo en cuenta que en la mañana del viernes cayó el puente, se realizaron desvíos por Ruta Provincial 5 y a los camiones por la Ruta Nacional 118, por las localidades de Saladas y Loreto.
Recordó que iniciaron gestiones para conseguir puentes Bailey y hallaron uno en la localidad chaqueña de Villa Ángela, de 35 metros de longitud, que comenzó a ser colocado en la mañana de hoy. Explicó que “la alcantarilla es de 15 metros, pero el agua coree muy rápido y sigue socavando”, con lo pidieron refuerzos de otro puente a Entre Ríos.
Así quedó el puente desmoronado.
Adelantó que los trabajos llevarán dos o tres días y posteriormente se habilitará el paso provisorio, “pero tiene gran resistencia para vehículos pesados y se va a hacer un operativo de control porque tienen una sola mano”. Asimismo, adelantó que “el lunes se empieza con el proyecto de construcción del nuevo puente”.
Otro de los pasos a los que se refirió es el paso en el Santa María, explicando que “está presionado por la cantidad de agua, la velocidad y la erosión que se produce, pero no corre riesgo, aunque si sigue la cantidad de agua puede pasar algo parecido”. Para este puente sí había un proyecto de construcción de un nuevo puente, aunque no asó para el Ibirucuá, que se desmoronó el pasado viernes.