"Perdemos tiempo en no hablar de las verdaderas grietas"

zuninoEl periodista y jefe de redacción de la Revista Noticias, Edi Zunino, brindó una amplia charla al respecto de la realidad argentina y se refirió puntualmente a la imagen de “la grieta”, que expuso en su charla en la Feria Provincial del Libro. Manifestó que “perdemos el tiempo hablando de la grieta política, pero no nos preocupamos por la verdadera grieta que es la lucha contra la pobreza”. Analizó las imágenes del Kirchnerismo, Mauricio Macri y los principales movimientos políticos que tuvieron protagonismo nacional. FUENTE RADIO SUDAMERICANA

El jefe de redacción de la Revista Noticias estuvo anoche en la Feria Provincial del Libro, “Vamos A Leer”, disertando ante un marco importante de público, sobre su publicación “Cerrar la Grieta, Ideas urgentes para el reencuentro de los argentinos”, escrita junto a Carlos Russo. Esta mañana, pasó por los estudios de Radio Sudamericana, donde dio sus impresiones al respecto del pasado, presente y las perspectivas futuras para la Argentina.
Teniendo en cuenta la charla anterior con el referente de izquierda, Nicolás del Caño, Zunino analizó el presente de este movimiento, señalando que “la izquierda en Argentina tiene una deuda con sigo misma, de salir de su encierro, su dogmatismo”. Destacó que “hizo grandes aportes en algunas ideas de organización sindical y justicia social, que el peronismo tomó y una historia de combatividad y de inmigrantes perseguidos en Europa que vinieron a vivir acá, así como una influencia cultural, mediante muchos artistas, escritores, músicos que adhirieron a este partido”.
Más allá de esto, reconoció como ex militante del PC en nuestro país que “nunca tuvieron influencia social y terminaron peleándose consigo mismo para lograr avanzar en el territorio ganado por el peronismo”. Recordó que “la irrupción del peronismo le cortó todos los cables y explotó en diferentes sectores”.
Por otro lado, habló sobre el tema principal de su libro y de la disertación realizada ayer en la Escuela del Centenario, que se refiere a la grieta, palabra muy escuchada desde diferentes sectores en los últimos años. Recordó que “si analizamos las grietas, algunas tuvieron raíces profundas en cuanto a la representación territorial, pero siempre fue una lucha por el control del puerto y las facciones no se diferencian demasiado en cuanto a la lucha de clases”.
Afirmó que “esta división que nos partió es en gran medida ficticia y perdemos tiempo y no hablar en serio de las verdaderas grietas, como la pobreza, la diferencia entre centro e interior y una gran grieta entre pasado y futuro”. “Vivimos regodeándonos en la nostalgia entre pasado y futuro y somos funcionales a no corregir los errores”, criticó y llamó a pensar “si este tipo de división sirvió para que al país le vaya bien o mal”.
Zunino manifestó la necesidad de hacer “un gran ejercicio sobre la importancia del otro en nuestras vidas y entender que muchas de las diferencias surgen de miradas distintas, de que no estamos viendo lo mismo por más que estemos sentados en el mismo lugar”. Aseguró que esto no se logra porque “somos intolerantes, somos básicos, simplistas, simplificadores, cortoplacistas y esto nos vuelve paranoicos”.
Pese a esto, resaltó que “los argentinos somos permeables a los avances culturales, científicos y la capacidad de incorporación de avances es impresionantes pero somos muy poco propensos a construcciones colectivas”. Señaló que “el paso del tiempo, generó un aislamiento y un desarrollo de la sociedad con niveles de individualismo” y apuntó en contra de “los procesos políticos largos que generan culturas porque se apoyan en cosas preexistentes”.
Aludió al Kirchnerismo y los 12 años en el poder, destacando que “tenían todo por hacer porque Argentina estaba huérfana de liderazgo, pero cometieron la estupidez de privilegiar el proyecto personal y político”. Destacó que “hicieron una construcción de la figura del Estado, una noción de conducción estatal en la lógica diaria, que se perdió en el 2001, pero después lo transformaron en ambición personal y terminaron hundiendo el proyecto bajo una montaña de bolsos con muchos dólares mal habidos”.
En cuanto a los siete meses de presidente de Mauricio Macri, rescató como positivo que “se dio un cambio de gobierno sin amenazas a la vista y por más que hubo una plaza de despedida y otra de bienvenida, lo mejor es mejor que no estuvieron todos cag… a cascotazos en la calle”. Afirmó que “lo mejor del macrismo es la oportunidad que tienen, pero que parece que no se dan cuenta de eso, porque los veo muy entretenidos en demostrar que no son el otro”. Indicó que en esta indefinición de Macri “de demostrar que no es Alfonsín ni De la Rúa, quiere demostrar que puede manejar la economía”.
Explicó que a su entender, “Macri gana porque se apoya en la estructura nacional del radicalismo, una imagen de popularidad muy desarrollada desde que fue presidente de Boca, es conocidísimo y supo enhebrar un discurso simple”. Añadió también que “fue el principal beneficiado con la grieta sobre todo por el Kirchnerismo, que necesitaba una figura opuesta”. Asimismo, indicó que “ambos son efectos de la crisis del 2001, dos caras de la misma moneda y representan un rehacer de un sistema político que busca cierta alternancia, después de haber explotado en el 2001, con el que se vayan todos”.
Zunino hizo referencia a la Unión Cívica Radical, recordando que “de Alfonsín para acá, hubo dos salidas estrepitosas del Gobierno, lo que le generó al radicalismo divisiones, fracturas”, añadiendo que “la impericia del radicalismo quedó demostrada”. En cuanto a la historia nacional, dijo que “las interrupciones democráticas nos conformaron, estamos formados en una lógica de guerra y tenemos 200 años de independencia, que en realidad no sabemos que es, pero deberían ser suficientes para replantearnos”. Hizo hincapié en que “son los primeros 33 años de democracia ininterrumpida y este es el camino propio de la sociedad civil que debe comenzar a pensar por qué, cómo y a quién delega las responsabilidades, sin desentenderse o buscar construir un sistema de representatividad de abajo hacia arriba, pero en serio, no con palabras vacías”.
Finalmente, señaló que esta situación “nos plantea el desafío de que somos distintos y eso es bueno”, reiterando la necesidad de “luchar contra las verdaderas grietas”.

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