En medio de críticas y con una restricción de hasta un 33 % de ocupación dentro de los recintos, la vecina provincia del Chaco –una de las más complicadas por casos de covid-19– anunció el fin de semana que se podrán volver a celebrar reuniones religiosas y de culto. En nuestra provincia se resolvió esperar hasta la próxima flexibilización para analizar los permisos.
El paulatino regreso a las actividades en las distintas jurisdicciones del país no es igual. Cada provincia, de acuerdo a las consideraciones epidemiológicas, tiene la posibilidad de adaptar las nuevas actividades dentro del cuadro de flexibilización progresiva de la cuarentena.
Mientras que en Corrientes se comenzaron a autorizar las actividades físicas individuales de manera controlada y con cupos, cruzando el puente el gobernador chaqueño Jorge Capitanich hizo también los anuncios para su jurisdicción. Y entre las aperturas, anunció la posibilidad de volver a abrir las puertas de las iglesias, una de las cosas más pedidas también por los correntinos en los últimos días, pero que aquí aún no está autorizado.
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Vale recordar que desde los primeros días de circulación del covid, aún antes de haber sido decretada la
cuarentena total, las iglesias comenzaron a restringir sus actividades masivas en Argentina. Aunque continuaron celebrándose las misas, se realizaban sin el saludo de la Paz. Y luego comenzaron a ser televisadas.
Las autoridades de la Iglesia correntina vienen conversando sobre las distintas alternativas con las cuales se podría implementar la reapertura, cuando sea el momento de llevarlo a la práctica.
Las opciones son variadas, y aún no están determinadas. Pero se considera la realización de misas con horarios espaciados entre sí, de manera de no fomentar la reunión de personas entre cada celebración. Serían con poca gente, y siempre que no haga frío podrían realizarse al aire libre.
Fuente: Diario La República

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