Impuesto a las Ganancias, a partir de qué ingreso y cuánto se pagará y cómo afectará los aumentos salariales de 2021
Tributaristas consultados coincidieron que a lo largo del año muchas personas serán alcanzadas por alícuotas y sumas mayores, en la medida que los aumentos y la inflación superen la variación del índice de actualización aplicado por el fisco
La actualización, a partir del 1 de enero de 2021, de las escalas del impuesto a las Ganancias para trabajadores en relación de dependencia, por la aplicación del 35,38% de la variación de la “Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables” (RIPTE), conocida ayer, significará un alivio inicial de la mordida fiscal sobre los salarios, aunque la incidencia volverá a aumentar en función de los aumentos salariales que se otorguen a lo largo del próximo año, ya que el ajuste de las escalas por el RIPTE es anual, no trimestral ni semestral.
Según las nuevas escalas, a partir de enero los trabajadores solteros y sin hijos que cobren más de $ 74.810 de salario neto deberán pagar impuesto a las Ganancias; esa suma surge de aplicar el aumento del RIPTE a la vieja escala, que establecía que a partir de $ 55.261 pesos de remuneración neta el trabajador debía pagar un 5% en el tramo inicial de incidencia del impuesto.
En cambio, desde enero, un trabajador casado y con dos hijos comenzará a pagar el impuesto a partir de un ingreso neto de $ 98.963.
La ley 27.346 (Impuesto a las Ganancias, IVA y Régimen Simplificado para pequeños contribuyentes, sancionada en diciembre de 2016) establece que el RIPTE Es el índice a aplicar para actualizar todos los años los valores del esquema tributario.
En 2020, el ajuste del Mínimo No Imponible (MNI) fue del 45%; se estima que cerca de dos millones de contribuyentes tributaron Ganancias en 2020 incluyendo asalariados, autónomos y jubilados. Del mismo modo, en 2021 el MNI aumentará 35,38% a partir del 1 de enero, señaló el tributarista César Litvin, CEO de Lisicki Litvin y Asociados.
Aumentos y escalas
Un efecto a tener en cuenta es que, como el impuesto es progresivo, aplicando tasas sucesivamente mayores a medida que el trabajador va pasando a escalas superiores de ingreso, durante el año próximo muchos trabajadores pasarán a escalas con una alícuota mayor y deberán pagar más impuesto a las Ganancias. La actualización por el RIPTE no tendrá allí efecto, porque se aplica solo una vez al año, tomando desde noviembre de un año hasta fin de octubre del siguiente.
Aplicando la variación del RIPTE a la escala aún vigente resulta que un trabajador soltero pagará un impuesto del 5% sobre la parte del ingreso neto que exceda los $ 74.810, pero el peso del tributo escalará a 9% sobre la parte que sobrepase los $ 79.530 y seguirá escalando sucesivamente, si también lo hace su ingreso, hasta llegar a una alícuota máxima de descuento del 35% si el ingreso neto supera los $ 136.528 al mes.
Las alícuotas se aplican sobre cada tramo, de modo de hacer progresivo el impuesto y evitar que un aumento salarial sea absorbido íntegramente (o incluso en exceso) por el fisco. Pero, como señaló Litvin, los aumentos de 2021 significarán para muchos pagar alícuotas y sumas mayores en la medida que la recomposición supere el 35,38% de la variación del RIPTE.
Debe tenerse en cuenta, además, que en la medida que la economía se recupere de la grave recesión de este año, es probable que los ingresos de los trabajadores aumenten más de lo que lo hicieron en 2020 tanto por los aumentos salariales como por una mayor cantidad de horas trabajadas (menos suspensiones, más horas extra). El RIPTE incorpora esos datos; este año la recesión, el cierre de empresas, las suspensiones de personal y la casi nula aplicación de horas-extra explican el 35,38% resultante, que sería así inferior al, por así decirlo, RIPTE 2021, que regirá recién en 2022. Es otra razón para anticipar una mayor carga fiscal sobre los salarios e ingresos el próximo año.
Las alícuotas se aplican sobre cada tramo, de modo de hacer progresivo el impuesto y evitar que un aumento salarial sea absorbido íntegramente (o incluso en exceso) por el fisco, pero igualmente los aumentos de 2021 harán que muchos paguen alícuotas y sumas mayores si la recomposición supera la variación del RIPTE
Aplicando la actualización del 35,38% del RIPTE resulta que un trabajador casado y con dos hijos pagará 5% de ganancias sobre el tramo de su ingreso neto entre $ 98.963 y $ 103.682. A partir de esta última cifra, y hasta $ 108.204, la alícuota pasará a ser del 9%, y a través de sucesivas escalas llegará a una escala máxima del 35% si el ingreso neto supera los $ 160.645.
Según Litvin, para evitar que la incidencia del impuesto en el ingreso real de los asalariados en relación de dependencia oscile de modo imprevisible, en vez del RIPTE debería aplicarse el índice de inflación y, además, con frecuencia semestral, no anual, pues de lo contrario “a lo largo del año el MNI va a quedar evaporado”.
De hecho, el tributarista Iván Sasosvky remarcó que la actualización del MNI y las escalas de Ganancias por RIPTE, mientras el costo de vida depende de la inflación, “genera el solapamiento entre el salario mínimo para no ser pobre y el salario mínimo a partir del cual se tributa ganancias”. En otras palabras, enfatizó, “la brecha entre los que tributan y los que no lo hacen es ínfima y eso tiene que ver con el tipo de índice que se usa para ajustar Ganancias”.
El tributarista Sebastián Domínguez suministró a Infobae los siguientes ejemplos y precisiones:
-El empleado soltero con sueldo bruto mensual de $90.135 y neto de $74.813 no paga ganancias. Así como en una familia tipo, una persona casada con dos hijos no paga con un sueldo bruto de $119.236 y neto de $98.966.
-Los casados sin hijos no pagan con un sueldo bruto de $104.623 y neto de $86.838 mientras que un soltero (o cónyuge no deducible) con dos hijos no paga Ganancias con sueldo bruto de $104.748 y neto de $86.941″.
“Como el Ripte está muy por debajo de la inflación, si los sueldos aumentan por la inflación se terminará pagando impuesto a las ganancias por una supuesta ganancia que no existe. Se paga sobre aumentos nominales que solo mantienen el poder adquisitivo que se tenía con anterioridad”, dijo Domínguez.
No se trata, por cierto de una novedad: ya sucedió en el pasado y permite al fisco “aumentar la presión tributaria de forma encubierta”, concluyó el tributarista.
FUENTE: www.infobae.com