En la semana que pasó se conoció, a través de un comunicado que realizó el Consorcio Aña Cuá ART que, aduciendo problemas ajenos a ellos el proyecto atraviesa una situación económica financiera que afecta el normal desarrollo de la obra, ocasionando considerables perdidas y perjuicios al consorcio, por lo que se vieron en la obligación de desafectar a gran parte del personal, quedando solamente lo que ellos consideran servicios esenciales.
Desde el inicio de las obras de Aña Cua, cientos de personas de Ituzaingó encontraron en la misma una fuente laboral, con todo lo que esto significa, la tranquilidad de contar con una fuente de ingreso que le brinde el sustento a la familia de los obreros, como también que esos recursos que reciben sean volcados de manera directa en los distintos rubros comerciales de la ciudad.
Esta situación indudablemente que comenzará a hacerse sentir en los próximos días, y de manera decidida en las próximas semanas y meses cuando esas familias no encuentren el ingreso genuino de recursos para mantención básica, lo que generará una problemática que será muy difícil de afrontar para toda la comunidad.
Desde el consorcio en la circular que dieron a conocer aducen además que al complejo escenario que enfrentan se suma la incertidumbre que atraviesa el país a partir de la modificación sustancial de las condiciones macroeconómicas. En el mismo comunicado aseguran que hasta tanto no exista algún grado de certeza que permita reanudar las tareas se ven obligados a tomar esta decisión, que por ahora y por lo que allí se argumenta no tiene algún indicio de solución.

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