Ramón Zapata es alumno del último año de la Escuela Técnica “Valentín Virasoro” de la localidad de Goya y junto a su compañero Daniel Espinosa y el docente Eduardo Romano, idearon unos anteojos para ciegos, que cuentan con unos sensores especiales que vibran ante el acercamiento de una persona u objeto. Los jóvenes llevaron su invento a una feria en Bogotá (Colombia) y tuvieron gran repercusión. Planean elaborar de manera industrial y entregarlos, de ser posible, de manera gratuita. Cada kit (anteojos y censor que va sujeto al brazo del no vidente) tiene un costo de alrededor de 5 mil pesos.
Los anteojos especiales fueron creados por un grupo de alumnos de la escuela Valentín Virasoro de Goya, que trascendieron las fronteras locales y con esta invención representaron a la Argentina en el VI Encuentro Nacional e Internacional Ondas “Yo Amo la Ciencia 2016”, que se realizó entre el 28 y el 30 de septiembre en la Universidad Nacional de Bogotá, Colombia.
Ramón Zapata es uno de los estudiantes que viajó a Colombia en representación de Argentina y en su regreso comentó a Sudamericana que “nunca pensé en llegar tan lejos, además en Bogotá todos nos felicitaron por la iniciativa, y resaltaban la importancia que representa en mejorar la calidad de vida de las personas”. Su compañero de viaje y experiencia fue Daniel Espinoza y ambos estuvieron coordinados por el docente Eduardo Romano.
Para llegar tan lejos, primeramente la invención de los jóvenes correntinos fue elegida entre cientos de proyectos presentados en la Feria Nacional de Educación, Artes, Ciencias y Tecnología 2015, que se realizó en Buenos Aires. Desde entonces participaron de varios eventos hasta llegar al VI Encuentro Nacional e Internacional Ondas, realizado en Colombia.
Ramón relató que “la idea surgió hace alrededor de dos años,en horas de clase con la preocupación inicial de dos alumnos que plantearon la necesidad de ayudar a las personas no videntes”. Relató que su compañero Francisco Benítez propuso la idea para asistir a una tía, que es ciega y desde allí iniciaron las proyecciones iniciales.
Explicó que el equipo tiene una distancia máxima de 5 metros y que mediante vibraciones, informa al usuario sobre la proximidad de un objeto. Agregó que “a medida que la persona se acerca las vibraciones se hacen más continuas” y que produce una vibración similar a la de un teléfono celular.
La primera prueba la realizaron tapando los ojos de una compañera para evaluar su reacción, pero después lo probaron con una persona no vidente que les sugirió que la vibración en la cabeza era molesta, por lo cual modificaron el aparato y agregaron un brazalete que va sujeto a una de las extremidades.
El estudiante goyano relató que la patente está en trámite y “la idea es que sea gratuito, pero también se piensa en poner el equipo a la venta”. Indicó que con los aumentos recientes en el costo de los insumos, el valor de cada dispositivo ronda los 5 mil pesos.

• Anterior
• Siguiente