Santi, un niño virasoreño, tiene 5 años y espera un milagro

982460El menor necesita un trasplante de intestino. Antes de soportar 20 operaciones, le diagnosticaron miopatía visceral y su cuadro se detectó cuando el chiquito empezó a tener diarrea y vómitos, lo que generaba una consecuente pérdida de peso. La solidaridad es más necesaria que nunca para este niño virasoreño. Santiago Emiliano Pedrozo, de sólo cinco años, pelea por su vida en el Hospital Italiano y aguarda con urgencia un trasplante de intestino. El chiquito ya atravesó cerca de 20 intervenciones quirúrgicas, pero su situación no cambia. “Espera un milagro”, dijo su mamá, angustiada pero esperanzada en que todo va a mejorar.

Cuando sólo tenía un año de vida, recién mudado junto a su familia desde Misiones hacia Corrientes, Santiago empezó a tener diarrea y vómitos que derivaron en una importante pérdida de peso.

Al revisarlo y hacer los estudios pertinentes, los médicos de la ciudad de Gobernador Valentín Virasoro diagnosticaron un cuadro de distensión abdominal. “Santy pasó por cinco cirugías.

Los médicos tenían la sospecha de una miopatía visceral y allá no había nada más que hacer, así que nos trasladaron al Garrahan”, contó la mamá de la criatura, Soledad Ponce, de 26 años.

Ya en la ciudad de Buenos Aires, el pibe no mejoraba y pasó por 14 nuevas operaciones hasta que se confirmó el cuadro de miopatía visceral, que es una degeneración hereditaria de los tractos gastrointestinales y urinarios, que provoca una pseudo-obstrucción intestinal crónica.

“Santi se atendió en el Garrahan tres años con varias complicaciones hasta que los mismos médicos tomaron la decisión de mandarnos al Hospital Italiano”, continuó la mujer, que detalló que el estado de su hijo no mejora en la medida de lo esperado, por lo que la única esperanza es la del trasplante.

Emergencia

Como el cuadro del niño aún es “crítico”, pese a las múltiples operaciones, desde agosto del año pasado entró en lista de espera del Incucai y en “emergencia nacional”.

“Necesitamos que todos tomemos conciencia y darnos cuenta de que al decir sí a donar los órganos estamos salvando la vida de niños y adultos”, dijo su mamá.

Por eso, insistió en que la única esperanza de Santiago es el trasplante. Por lo tanto, Enrique Martín Axalan Sanjuan Burlotti, que trabaja de manera incansable para promover la donación de órganos, y la familia del chiquito iniciaron una campaña pública para generar conciencia sobre la importancia de la donación.

“Niños como mi hijo esperan un milagro que sólo es posible si una familia toma la decisión de donar los órganos de ese ser querido recién fallecido en una terapia intensiva”, expresó Ponce, quien agregó: “El órgano de ese niño seguirá viviendo en el cuerpo de mi hijo, lo salvará y le dará la oportunidad de crecer y de seguir viviendo esta vida”.

“A veces siento mucho miedo e impotencia, pero por algo Dios lo eligió a él. Y siempre le digo a Santiago que saldremos de esto juntos, que él es muy valiente y que tiene que seguir peleando y ganar cada batalla que pelea”, concluyó.

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