En los últimos 15 años Corrientes mejoró sus indicadores socioeconómicos
En 2003 el Nordeste registró una tasa de pobreza multidimensional del 45%; en 2018, de 13%. Corrientes se ubica entre los primeros 13, de 31 aglomerados urbanos, con menor incidencia de este flagelo.
Infraestructura habitacional, servicios y protección social fueron algunos de los indicadores que componen una medición multidimensional de la pobreza. De esta manera, según un informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), que publicó el diario El Litoral, en 15 años se logró mejorar estos números, ya que pasó de ser la primera a la sexta región con mayores privaciones del país.
De acuerdo con este reciente informe del CIPPEC, en Argentina “se comprueba que el porcentaje de individuos pobres multidimensionales cayó fuertemente de 30,9% en el segundo semestre de 2003 a 23,6% en el primer semestre de 2007”. Esto sostiene que hubo mejora en las ponderaciones de los siguientes indicadores de la población: materiales de vivienda, hacinamiento, tenencia de la vivienda, acceso al agua potable, saneamiento, gas de red, asistencia escolar, brecha escolar, empleo adecuado, protección social y pobreza de ingresos.
“A partir de entonces la caída se desaceleró, llegando a 20,7% en el segundo semestre de 2010, a 16,7% en el primer semestre de 2014 y a 15,9% en el primer semestre de 2015”, expresa el trabajo. En este sentido, “el último dato disponible, del primer semestre de 2018, muestra que el 14% de los individuos se encuentran en situación de pobreza multidimensional, de acuerdo con el índice propuesto en este trabajo”.
Si se desagrega por aglomerado urbano, la ciudad de Corrientes, si bien es la más pobre en términos de ingresos monetarios, se ubica 13° en el ranking con menor incidencia de la pobreza desde una perspectiva multidimensional. Esto sería, aproximadamente un 10% de la población.
Es decir, este porcentaje no accede al menos a cuatro derechos básicos, como ser por ejemplo, acceso al agua, a la educación, a una buena alimentación, a una vivienda digna. Así, el índice de recuento simple, proporcionado por el estudio, es de 0,101 puntos, dentro de una escala de valores que oscila entre 0 y 1.
Esto incluye características habitacionales, acceso a servicios básicos de infraestructura, acceso a educación, empleo y protección social, e ingresos, como así otros 12 indicadores. En primer lugar se ubica Concordia, Entre Ríos, con una tasa de recuento simple de 0,218 puntos, es decir, un 21,8%.
En segundo lugar, Santiago del Estero-La Banda, con 0,193 puntos, el equivalente a 19,3%. Lo sigue Salta, con 190 puntos; Gran Resistencia, con 0,181; Gran Santa Fe, con 0,180; partidos del Gran Buenos Aires, con 0,178 puntos; Gran La Plata, con 0,175 puntos.
El aglomerado urbano con menor incidencia de la pobreza multidimensional en 2018 fue la Ciudad de Buenos Aires, con 0,011 puntos, es decir, con aproximadamente el 1 por ciento. Lo sigue Ushuaia-Río Grande, con 0,018; Río Gallegos, con 0,031; Comodoro Rivadavia-Rada Tilly, con 0,035; Neuquén-Plottier, con 0,045 puntos.
Si se tiene en cuenta el desempeño de las distintas regiones geográficas de Argentina, en 2018 en la tasa de recuento simple, para el índice que incluye ingresos (cinco dimensiones y 12 indicadores), los resultados muestran que “la región Patagónica es la que tiene el menor porcentaje de individuos en situación de pobreza multidimensional”. Esto significa que “solamente 3,5% de los individuos en dicha región se encontraban en esa condición en 2018”, según expresa el informe.
Este valor, no obstante, crece a 10,3% en Cuyo; 13,7% en el NEA; 14,5% en el Gran Buenos Aires; 14,6% para la región Pampeana; y 15,9% para el NOA. Según el informe de CIPPEC, si se comparan los indicadores de 2003 con 2018, hay dos casos que se destacan.
En primer lugar, la región Pampeana, que retrocedió posiciones en el ranking: ocupaba el segundo lugar en 2003 (con una tasa de 26,1%) y pasó a ocupar el quinto lugar en 2018 (con una tasa de 14,6%). Si bien en términos absolutos su situación mejoró significativamente, la magnitud de la mejora fue mucho menor a la obtenida por otras regiones.
En segundo lugar se puede mencionar al NEA. Es “la región que más mejoró en el ordenamiento regional: de ocupar el sexto y último puesto en 2003 (con una tasa de 45%), sus mejoras absolutas fueron tales que le permitieron posicionarse en el tercer lugar en 2018 (con una tasa de 13,7%)”, expresa el documento de trabajo, recientemente publicado.